domingo, 24 de noviembre de 2019

LECTURA COLON GALLEGO: "ESPAÑA ES LA PATRIA DE COLÓN" (ALEJANDRO F.RODRIGUEZ DEL BUSTO (AÑO 1923)).

                 

Desde el día en que el inmortal Colón, volvió por primera vez a España, su patria, con una ausencia de treinta y un años, en el año de 1486, hasta el presente, en que acaba de probarse de una manera incontrovertible su nacionalidad española, ha estado el mundo de la Historia en una noche apocalíptica de cuatro centurias, por las dudas y falta de datos precisos y reales, en su vida también apocalíptica. tanto sobre el esclarecimiento de su verdadera cuna, como de su resolución heroica y audaz, a lanzarse a lo ignoto, y emprender la ruta misteriosa y rodeada de inminentes peligros al Occidente Atlántico, que era entonces lo más tenebroso para los marinos ibéricos o españoles. 

Antes de seguir adelante, quiero aclarar un concepto mal interpretado en la generalidad: la denominación de Iberia, nombre original de la Península más occidental de Europa, fué cambiada por los invasores a dicha península por varios nombres: llamada «Span» por los celtas; «Celtiberia», por Celtas e Iberos; «Hesperia de Occidente» por los griegos; «Spanna», por los cartagineses; «Hispania», por los romanos; «Al Andalus», por los musuiinanes;y «Spanna», «Hespanna», y «España», por los mismos españoles de la edad media. De manera que todas las regiones de la península son españolas, y todos sus habitantes son españoles o iberos, lo mismo castellanos, que portugueses, etc. 

Hace treinta años, más o menos, que varios vecinos de la ciudad y puerto de Pontevedra, de la región galaica, en España, y entre ellos, ilustres miembros de la «Sociedad Arqueológica Pontevedresa», decidieron en magna asamblea, perseguir con interés todo objeto antiguo, del cual poseían noticias, para que su museo fuese digno de figurar entre los primeros del mundo. En busca y captura de objetos y documentos que tuvieran interés para el fin de sus propósitos, los señores Lampedro y Castiñeira encontraron en el Archivo del Ayuntamiento» de Pontevedra, unas fojas en pergamino, en una de las cuales. constaba debérsele a Ds. de Colón y Bn. Fonterosa, varias sumas de Maravedises por alquiler de unas mulas para llevar pescado al arzobispo de Santiago de Compostela, o de Galicia, {antigua capital del reino de Galicia). 


Ese fué el primer rayo de luz que alumbró la idea de que el Descubridor de América fuese Pontevedrés; se propusieron seguir la huella, pues en ese dato se hallaban reunidos los dos apellidos legitimos de «Colón y Fonterosa»; y en un mismo documento, eran indicios imporlantísimos; así fué en efecto.

 Don Celso García de la Riega,ilustre arqueólogo e historiador, dió conferencias en la Sociedad Geográfica de Madrid, con esos y otros muchos datos, y esa fué la base para escribir luego, su primer libro, titulado Colón español, pues se habla consagrado sin descanso a buscar documentos a ese objeto, que halló en los «Archivos de las Cofradías», que existían en casa de los notarios Vázquez, en dicha ciudad; más tarde se produjo un incendio, por fatalidad, en la casa matriz de dichos notarios Vázquez, quemándose los papeles que en ella se hallaban, pero siguieron buscando en otros archivos, esos ilustres buzos del pensamiento, donde se encontraron más documentos, que ilustraban lo suficiente para probar la nacionalidad y la familia únicamente española de Colón; no sólo se ilustraron con documentos en pergaminos y papeles, sino con pruebas pétreas, escritas en edificios de piedra con apellidos de Colón; y en los templos de la misma, con escritos pétreos también con el nombre de la familia de Colón. 

Con tantos elementos probatorios, llevaron al convencimiento de la «Sociedad Arqueológica», citada, de que Cristóbal Colón y Fonterosa, nombre y apellidos, puramente españoles, fué, es y será siempre español, basados en datos históricos, exactos e incontrovertibles; desde entonces se llevan publicados tres libros al respecto; todos ellos movidos por el amor a la justicia y a la verdad histórica, y a subsanar el error histórico, que la Historia y la verdad vuelvan por sus fueros, sosteniendo que la patria de Colón, no es Italia, sino España. 

En el año 1913 publicó García de la Riega, su primer libro; su labor es digna de encomio. El segundo libro pertenece al esclarecido e ilustre español, doctor Rafael Calzada, que se edito el año 1921; fué ampliado con nuevos datos por este distinguido jurisconsulto y publicista, en que probaba con fotografias de los autógrafos de Cristóbal Colón, cuyos caracteres gráficos eran de letra netamente española, muy distinta de la italiana de la misma época; él mismo, es el iniciador del tercer libro, que acaba de salir de España, editado por el nuevo autor, el ilustre arqueólogo y erudito escritor don Prudencio Otero Sánchez; y con este último, se afirma de una vez para siempre, que toda la gloria del Descubrimiento de América corresponde por entero a España, restituyendo a ésta y a Galicia, la mayor parte de sus glorias, ¡patria del inmortal navegante y Pontevedra su gloriosa cuna !

 Tanto por e! estudio de los ilustres galáicos. grafólogos y paleógrafos y particulares, y los de la «Sociedad Arqueológica Pontevedresa», se ha venido a resolver el dificilísimo problema colombino, lleno de enigmas seculares; y de todos esos trabajos científicos resulta el verdadero conocimiento de la historia que explicaré algo en síntesis. Se llamó genovés. Colón, en equivalencia de navegante hábil, pues debido a las circunstancias se veía obligado a desfigurarse o esconder su nacionalidad, para poder triunfar con la gloria de su empresa; Galicia estaba en entredicho con los Reyes Católicos. Isabel y Fernando, a causa de la princesa de Austurias, Juana la Beltraneja; la Madre de Colón era de origen hebreo, y en esa época, se expulsaban judíos y moros, siendo todo esto motivo de un posible fracaso; por lo mismo tampoco quiso casarse en Sevilla, donde tenia sus amores, por no descubrir su fe de bautismo y revelar que era de Pontevedra. 

Nació Colón en Pontevedra en el año 1436; su abuelo fué Domingo de Colón, «el Viejo»; su padre fué Domingo de Colón, «el Joven»; su madre, Susana de Fonterosa, de origen hebreo; en el año de 1446, Cristóbal de Colón y Fonterosa, de diez años de edad, comenzó a estudiar latin en un convento de Pontevedra, del que era monje Fray Martín de Deza, pariente inmediato del niño Diego de Deza, condiscípulo del futuro almirante Colón; en 1453, la familia de Colón tuvo que huir de España y se refugió en Aveíro de Portugal; Cristóbal, que ya tenía diez y siete años de edad, se dedicó a la navegación, y todo lo concerniente a la náutica: cartografía, cosmografía y pilotaje; en mil cuatrocientos setenta y cuatro (1474) comenzó a pensar en extender la navegación más allá de los limites conocidos del Océano. 

Los españoles o iberos habían ya descubierto en 1405 el archipiélago de las islas Canarias; en 1418, las islas de Puerto Santo; en 1419, las islas de la Madera; en 1448, las Azores; en 1454, las islas de Cabo Verde; para continuar las exploraciones en el .Atlántico, los Reyes Católicos Fernando e Isabel buscaban un navegante audaz; ese hombre se halló, era Cristóbal Colón y Fonterosa, yerno y heredero del célebre navegante portugués Bartolomé Perestrello; en 1484, fué el Duque de Medinaceli encargado de los Reyes Católicos de traer al navegante audaz, lo trajo de Portugal, y lo hospedó en su palacio de Sevilla; desde 1486 los Reyes Católicos le asignaron una pensión para que pudiera estudiar las mejores condiciones de hacer una exploración por el Océano Atlántico; era la expedición en que los Reyes Católicos Fernando e Isabel pensaban hacia ya mucho tiempo, mucho antes en que pensara Colón; la exploración se llevó a efecto en 1492; el Nuevo Continente quedó descubierto para la civilización cristiana; Cristóbal Colón hizo cuatro viajes; en 1506 murió en la ciudad de Valladolid (España), después de declarar muchas cosas que sirvieron ahora para alumbrar el problema apocalíptico colombino. 

Hay dos documentos fehacientes que sirven para llevarnos a la verdad. Esos documentos son el contrato firmado por los Reyes de España y Cristóbal Colón en Santa Fe y su institución mayorazga de 1498. El primero lo firmó como «Cristóbal Colón», porque bien sabia que si aparecía con algún nombre o apellido apócrifo, como «Colombo» o «Colombus», podían algún día darlo todo por nulo y quedar desbaratado todo su trabajo y su gloria !para él, sus descendientes y su Patrial!

En el segundo tuvo buen cuidado de estampar que, si llegase a extinguirse la institución por falta de varón, que se buscase en cualquier cabo del mundo aquél que lleve y hayan llevado sus antepasados, el apellido de su linaje verdadero de Colón; claro, como buen marino, tenia que hablar en términos náuticos; y se refería a un cabo de mar. Es el cabo Finisterre, al N. O. de España, el más occidental de Europa, que avanza sobre el Atlántico; se sigue barajando la costa al Sur de este cabo, y pronto, en la misma costa gallega, se da con el cabo Corrubedo, que queda al lado Norte de la entrada de la ría de Pontevedra y ciudad del mismo nombre A este cabo, pues, es al que se refería Colón en su institución mayorazga, y a Pontevedra el lugar donde vio su luz primera. 

Las primeras impresiones que recibió ahí en su niñez, en esa her-mosa ciudad, bañada por el rio Lérez, en sus costas, en sus playas, sus vegas, su cielo, sus bosques, arroyos, prados y numerosos panoramas y paisajes que deleitan y adornan sus contornos, como en toda la región galaica, quedaron para siempre firmes y grabadas en su alma y en su corazón, como lo probó después de su retorno a la Patria con tan larga ausencia y al emprender su apocalíptico viaje a través de lo desconocido, buscando siempre que podía el neutralizar «su recurso de hacerse «extranjero», y al mismo tiempo suspirando por su Patria oculta, probar su gran patriotismo español, que bien lo probó, desde el momento en que firmó las capitulaciones con los Reyes Católicos y empezó a prepararse al grandioso viaje. 

Este viaje era el resultado de lo que se proponían ampliar los Reyes de España en consecuencia de que ya sólo a España se debían en esa fecha todos los más grandes descubrimientos; pues además de las islas que cito anteriomente que habían descubierto los españoles al Occidente de Africa y de España, ya tenían también descubiertas los navegantes españoles las costas occidentales, orientales y meridionales con el cabo de Buena Esperanza, del contiente africano y el mar de la India, con sus costas, y algunas de las islas orientales. 

Antes de seguir adelante necesito explicar algo de lo importante que es y fue Pontevedra en dar hijos esclarecidos a la Patria española y nombrar algunas de las parroquias que forman su Ayuntamiento, por citarlas en su descubrimiento el gran almirante. Las parroquias son: Santa María de Alba, Santa María de Dora, San Pedro de Campañó, San Vicente de Cerponzones, San Salvador de Lérez, San Andrés de Lourizán San Miguel de Marcón. Santa María de Mourente. San Bartolomé y Santa María de Pontvedra, San Martin de Salcedo y San Pedro de Tornera; es diócesis de Santiago y capital de la provincia de su nombre.

 En la Edad Media ya los Reyes le concedieron muchos privilegios por sus buenos marinos mercantes y de guerra, con los que la industria de la pesca y sus derivados tomaron mucho incremento. Entre dichos privilegios es el más notable el de Fernando III el Santo, que autorizó a los marinos de Pontevedra para importar libremente todas las mercaderías y vender con toda franquicia en los navios, la quinta parte de sus cargamentos. 

Distinguida siempre en la defensa de la Patria, sitiada varias veces, se defendió heroicamente. Las armas del escudo de Pontevedra son: un puente de cuatro ojos, tres torres y una corona encima, por haber sido corle de varios reyes suevos y godos; es ciudad «tres veces milenaria»; tiene el titulo de «muy noble y muy leal ciudad». Entre los hijos ilustres de Pontevedra. Payo Gómez Chariño, primer Señor de Riancho, ilustre marino que con el almirante Bonifar fue a la conquista de Sevilla; Alfonso Jofre Tenorio, muy célebre almirante también; Payo Gómez de Sotomayor, Embajador de Enrique III a Persia; Mouriño do Pazos, Presidente del Consejo de Castilla en tiempo de Felipe II; los ilustres marinos Pedro Sarmiento de Gamboa, que con Bartolomé Nodal y González de Nodal fueron los primeros exploradores del Estrecho de Magallanes, Gregorio Hernández, glorioso escultor del siglo xvii; Fray Martin Sarmiento, erudito autor de muchas y notables obras de mérito;y el Arzobispo de Santiago de Compostela, Malvar y y Pinto. De la misma costa galaica era el heroico Almirante Casto Méndez Núñez. 

En la misma época de Colón vino a saberse por los archivos que había un homónimo de Colón, era el muy ilustre prelado de Santiago de Compostela, ilustrisimo Cristóbal Colón, pariente del «Descubridor», que iba periódicamente a la ciudad de Pontevedra a dar conferencias a una «Sociedad de Mareantes» (marinos mercantes), que en esa época navegaban como buenos pilotos por todos los mares del Viejo Mundo. 

Colón tenía que hacer la comedia hasta conseguir su fin, pues diría: «El fin justifica los medios», y asÍ se vió forzado hasta que al firmar quedó libre de apariencias y estampó su verdadero nombre y apellido, pues todos los demás con que él jugaban, según le convenía, como Colombo de Terrarruba, Colombo de Terrarrosa, Columbus, Colomas, etc., como decir que era genovés, equivalente a buen navegante, era para ser desconocido, ayudándole sus treinta y un años de ausencia; pero una vez firmado oficialmente ante los Reyes, de Cristóbal jamás usó de otro nombre ni firma; ¡hasta que murió conservó su nombre español verdadero! 

Cristóbal Colón, español, es el Descubridor; Cristóforo Colombo. italiano, no fué el Descubridor. Colón es palabra española para la ciencia, y para las artes, y apellido puramente español, pues ya está probado que el linaje verdadero de Colón existía ya en Pontevedra muchos años antes de 1405; y no hay punto en la tierra donde se encuentre el apellido y familia de Colón más que en Pontevedra, puramente galaico; ni siquiera en el resto de España existía familia de ese apellido más que en dicha ciudad gallega; por eso, bien decía el Ilustre español, en la institución de su mayorazgo, que a la vuelta de algún cabo encontrarán la familia de los De Colón, que esa era de su linaje.

Está probado que Colon no sabia más idiomas que el español y el latín; jamás pudo haber estudiado tampoco en Pavía (Italia) como han dicho algunos historiadores, porque si así fuera, tendría que hablar, leer y escribir en italiano, y ni siquiera sabia balbucearlo. Su hijo Fernando, ilustre español, se esforzó en vano en buscar por Genova y el resto de Italia la familia de Colón; jamás encontró ni el más mínimo indicio de esa genealogia. 

Después de pasar mucho tiempo de la muerte de Colón en Valladolid fué a España un sacerdote italiano a cobrar la herencia de Colón: no pudo probar su herencia por ser Colombo él, y el descubridor Colón; además tenía en España sus hijos legítimos, nacidos en la península española, y hasta la actualidad contemporánea, que fueron ocho generaciones, el último vástago heredero de sus títulos y apellidos es el duque de Veragua. Sus antepasados españoles, sus hijos españoles, su ilustración completamente española. 

En la redacción de su institución mayorazga dejó de manífiesto su carácter netamente galáico; en sus escritos, si algún término no era del moderno español o castellano, sólo era galáico, casi idéntico al portugués, y antigua lengua en España, con más latín que el actual castellano; si escribía a algún amigo italiano, jamás le llamó compatriota, y lo hacía en puro y castizo español, como así he visto yo una copia fotográñca de un autógrafo de Colón dirigido al alcalde de Génova, avisándole de su feliz primer viaje, y cuando el italiano no conocía el español, está probado que le escribía en latín, jamás en italiano; la Comisión en Pontevedra pro-patria española de Colón, posee datos y hechos del mismo almirante, que forman una prueba plena de que fué Pontevedra su cuna. 

Don Prudencio Otero Sáncbez, uno de los ilustres investigadores, halló en la parroquia citada de Porto-Santo, del Ayuntamiento de Pontevedra. en letras grabadas en piedra en un crucero, frente a la casa que por tradición se conocía por los de Colón, un escrito que decía: «Juan Colón.— Recuerdo. Año, 1490.»Esto,unido al letrero de la capilla que existe en la iglesia de Santa María, de la ciudad de Pontevedra, son de una importancia colosal, y que bastan por si solos para acreditar la existencia de los Colón en Pontevedra mucho antes del descubrimiento de América. Dicho señor Otero Sánchez, como datos de sus investigaciones, presentó a la Comisión lo siguiente: 1. " Una fotografía del crucero que existe en Porto Santo frente a la casa que en aquel lugar se dice que fue de Colón, con la inscripción que tiene en su base; es una casa en ruinas, que la tradición dice que fue del «Descubridor del Nuevo Mundo.» 2. ° Un plano de la ria de Pontevedra, y que grátícainente constituye una verdadera partida de «nacimiento de Cristóbal Colón, hecha por él mismo», y 3. ° Un análisis de su institución Mayorazga, único documento en que se fundaron los historiadores para aseverar que era Génova su cuna. 

El plano representado de la ria de Pontevedra demuestra de una manera gráfica que la verdadera partida de nacimiento del gran Almirante la dejó hecha él mismo con los nombres que puso a diferentes islas y lugares que iba descubriendo al Occidente .Atlántico. La primera tierra que descubrió y puso el pie en las Indias Occidentales le puso por nombre «San Salvador»; es una isla al Norte de las Antillas; si fuera en gracias a Jesús le pondría «El Salvador», pues no hay en el calendario romano seráfico ningún San Salvador. San Salvador es un modismo puro y netamente gallego; asi es San Salvador de Pago. San Salvador de I.érez, San Salvador de Mais, San Salvador de Sayar. y fuera de Galicia no se conoce ese nombre Por su amor a su Patria. España, cumplimentó a los Reyes Católicos, poniendo sus nombres a otras islas, por ejemplo: «La Fernandina», «La Isabela» y «La Juana» (Princesa); a otras, «La Española», «La Gallega». ;Por qué no ponía «La Genovesa», o «La Romana», o «1.a Veneciana», o de los diecisiete pueblos italianos que se disputaron su cuna en la Gran República de Génova?

 Hizo todo lo contrario; fué poniendo nombres de algunas cofradías de Pontevedra, y cuando encontró una ensenada parecida a la de "Porto Santo", lugar de su nacimiento, le puso ese nombre; y para que se pueda formar una idea de la configuración parecida de ambas ensenadas, presentó el señor Otero Sánchez las dos fotografías «de la ria de Pontevedra con su ensenada, y la de Baracoa en Cuba»; asi mostraba de una manera grálica el principio de la ría de Pontevedra, en donde se embarcó por primera vez e hizo su aprendizaje de marino. Y cuando encontró un cabo parecido al de la «Galera» en la isla «Oncata». término Sur de la ría de Pontevedra, le puso por nombre «Cabo de la Galera» que así se decía antiguamente en gallego); luego encontró otra punta parecida a la «Punta lanzada», término de la ría de Pontevedra, le puso el mismo nombre, y es muy significativo el que por única vez. al poner un nombre, lo haya orientado, distinguiéndolo con el rumbo Nor Nordeste, como fija la Rosa Náutica. 

Dice el señor Otero, y dice muy bien, que éstas no son meras coincidencias, pues no existen en ninguna ria del mundo todos esos nombres reunidos, y mucho menos en espanol, no siendo los de Pontevedra; quiso dejar un recuerdo de todos aquellos lugares que le eran familiares, y en donde hizo su aprendizaje de marino. Hombre que miraba el porvenir, queriendo dejar una demostración clara y gráfica de su cuna, no habiendo en aquella época partidas de bautismo, puesto que éstas fueron ordenadas posteriormente en el Concilio de Trento, quiso poner los nombres del principio y fin de su «ria» para que sirviera de clave de lo que tenia que ocultar, dados los prejuicios de su época en que vivía.

 Cuando ya tenia Colón segura su expedición al Occidente le faltaba un barco, pues hay que saber que la reina Isabel la Católica, si bien dijo que la empresa de todos modos se llevaría a cabo porque si faltasen recursos por estar el Tesoro agotado, ella recurriría a vender sus alhajas, piedras de su corona; pero no tuvo necesidad la magnánimo e inmortal Reina, y no las vendió porque hubo un capitalista español que lo ofreció espontáneamente el capital necesario, y se lo dió para la dicha expedición del futuro Almirante al Occidente; ese español era Santangel, el mismo Escribano Real del Palacio de Sus Majestades Católicas; además era judío, pero muy querido y considerado de los Reyes, y, sobre todo, muy amigo del gran empresario y espedicionario Colón.

 La provincia de Huelva tenia de mucho tiempo antes una imposición de los Reyes Católicos, y era ella «que estuvieran siempre listos para cuando se le pidieran dos barcos armados y equipados con velamen, tripulación, municiones y víveres, para que el día que se le ofrezca al Gobierno los ocupe inmediatamente»; se los pidieron al ser necesarios, y los dos hermanos «Pinzón», cada uno, navieron y capitán, al mismo tiempo, de sus dos buques correspondientes se ofrecieron espontáneamente también con sus dos gloriosas «Carabelas»; .se aceptaron, y se le dió a Colón el capital necesario para que compre el tercer barco en donde él debia ir como «La Capitana»; se fué a las costas de Galicia a comprarlo; compró la urca "Santa María", y él le puso el nuevo nombre de «La Gallega», que fué la que mandaba el Almirante. 

Colón, al venir a pie desde Portugal hasta el puerto de Palos, que está cerca, casi en la frontera, traía su misterio, y por eso no quiso ir acompañado con el duque de Medinaceli; tenia ahí gran parte muy interesante de su apocalipsis, que en otro articulo explicaré según mi criterio. Hacía treinta y un años que faltaba de España; emigró con la familia cuando apenas tenía "dieisiete años" y volvió ya ,desconocido, a los "cuarenta y ocho años"; llegó pobre, descalzo, con su hijo andando, lleno de polvo de su excursión enigmática; dijo que era extranjero, ¡había que sugestionar desde su entrada a su Patria!; hizo bien el papel; pero no pudo disfrazar lo principal, que era su lengua española correcta; entró al convento de la Rábida, hablando en perfecto español. 

Los historiadores de entonces, cuando ya vivía familiarmente Colón en el palacio de los duques de Medinaceli, en Sevilla, dicen que en esa ciudad vivía también en la misma época un «joven muy popular, conocido por su apellido "Colón el gallego", que seguramente era pariente; pero no se dieron a conocer, ni se figurarian la gran transcendencia que para lo ulterior reportaría ese conocimiento; eso prueba que bien sabia él que había familia de su linaje en Pontevedra, como él quería decir embozadamente en su institución mayorazga.

Otero Sánchez dice de este documento que es la obra más meditada pensada de Cristóbal Colón. Puede decirse, sin temor de equivocarse, que es su obra maestra. Si cupiera en los límites de esta exposición hacer un estudio psicológico del carácter gallego, seguramente no se encontraría un modelo más acabado y perfecto que el de aquel grande hombre. Hay que fijarse que ese documento fué redactado cuando comprendió que la rancia aristocracia de la Corte de los Reyes Católicos trataba de cuestionarle las bases de su contrato con los Reyes Católicos, concibió entonces la duda de que, muerto él, no reconocieran a sus herederos los títulos, fueros y preeminencias que le habÍan sido concedidos. 

Como previsor ¡quiso asegurar para los seres que le eran queridos lo que tantos trabajos, desvelos y disgustos le había ocasionado! No tenía otro remedio en una época en que ni los Reyes Católicos tenían residencia fija. Veamos lo más pertinente en las cláusulas del famoso documento Empieza en nombre de la Santísima Trinidad, ocupándose en determinar lo que le pertenece y corresponde en derecho, según las estipulaciones hechas con los Reyes en Santa Fe (Granada), y es de admirar que en un documento de este género no haya empezado diciendo quiénes eran sus ascendientes, ni dónde residían, puesto que «el Doménico Colombo». que le dieron los historiadores por padre del .Almirante, vivía en febrero de 1498, fecha de la Institución. 

                                   CONCLUSIÓN

En la cláusula primera determina quiénes hayan de sucederle, empezando por su hijo don Diego, y termina: "Y si a Nuestro Señor pluguiese que después de haber pasado algún tiempo este mayorazgo en uno de los dichos sucesores, viniese a proscribir herederos hombres legítimos, haga el dicho mayorazgo, y le suceda y herede el pariente más llegado a la persona que heredado lo tenia, en cuyo poder proscribió, «siendo hombre legítimo que se llame y se haya siempre llamado de su padre o antecesores, llamados de los de Colón. El cual mayorazgo. en ninguna manera, lo herede mujer ninguna, salvo si aquí, o en otro cabo del mundo, no se hallase hombre de mi linaje verdadero que se hubiese llamado y llamase él y sus antecesores de Colón."

 Supongamos—dice Otero Sánchez— que ha llegado el caso previsto por Colón en la cláusula precedente, y, por lo tanto, hay que llamar, citar y emplazar a todos aquellos que se consideren con derecho a la sucesión de Colón; y demos por supuesto que se presentan todos los Colombos que existen en los diez y siete pueblos de Génova que se disputaban su cuna, «y que se presentan los de Colón de aquí (España)». ¿A quién corresponde la sucesión? «¿A los Colombos o a los del linaje verdadero de los de Colón?» 

Es de todo punto incuestionable, que a los de Colón. Si su hijo, don Fernando Colón, que fué un hombre de gran inteligencia, de extraordinaria cultura, dignidad de la Iglesia, viajero infatigable, y que recorrió toda la Italia en busca de los ascendientes de su «padre Colón»sin encontrar uno solo por parte alguna de las líneas paterna ni materna, si en lugar de dirigirse a «Italia» lo hubiera hecho al rincón memorable de Galicia, es claro y seguro que hubiera encontrado sus ascendientes y demás parientes, buscándolos, como decía su señor padre, entre los que tuviesen el «apellido de su linaje verdadero de Colón» (diferenciándolo de apellidos falsos). 

Decía Colón, en la distribución de las rentas: «En tan manera, que todavía el diezmo de toda esta renta se dé y hagan las personas de «mi linaje más necesita.las que estuviesen aquí (España), o en cualquier otra parte del mundo, o donde los envíen a buscar con diligencia.» ¿Por qué no decía en Génova, en lugar de cualquier parte del mundo? ¿Quién dice ahora que el apellido Colón es italiano? Jamás tuvo nada que ver con Italia. Es español puro. Se hará, pues, la vindicación histórica más grande de la edad presente; y así, la gloria para España, de haber sido la cuna del insigne navegante que descubrió un mundo, y los amados lugares de su patria e instituciones que había en Pontevedra, quiso perpetuarlos en el Nuevo Mundo, al poner los nombres de San Salvador. Puerto Santo, Cabo de la Galea, Punta Lanzada {orientándolos al Nordeste), principio y fin de dicha ría; La Gallega, La Trinidad, San Miguel, San Juan, etc., etc.

 Como hombre místico, bien pudo tener también en consideración, para ocultar su cuna, la frase de Jesús: "Nadie es profeta en su patria"; o bien por haber sido corsario o pirata (sin que esto ofenda la memoria de aquel grande hombre), pues fueron muchos los que se dedicaron a ello entre los marinos de la misma ria, cuyos descendientes, personas honorables, hoy viven en la ciudad de Pontevedra; y eso pudo ser motivo también de sus ocultaciones, pues el mismo Almirante dice en sus escritos sobre navegaciones arriesgadas, «que arribó a Portugal nadando sobre un remo, como único superviviente de una nave que había estado batiéndose, como corsario, todo el día con naves venecianas». 

La Comisión de Pontevedra, pro-patria española de Colón, posee los documentos y demás datos que prueban que los apellidos del linaje verdadero de «Cristóbal Colón y Fonterosa», existían en esa ciudad antes y después del descubrimiento de América, y el plano que demuestra patentemente, de manera gráfica, que el propio Almirante ha querido dejar hecha su partida de nacimiento. Además de las pruebas anteriores, sobre Colón español, que había publicadas por Garcia de la Riega y el doctor Rafael Calzada, trae la obra del señor Otero Sánchez otras pruebas que ya no pueden dejar lugar a duda alguna, sobre «catorce documentos más, que son»:

 Fotografía de la capilla de Santa María, en Pontevedra, en donde existe la inscripción siguiente: «Os do cerco de Juan Neto e de Juan de Colón fixeron esta capella.» Esta Iglesia se empezó entre e! año 1480 y 1484, y se terminó en 1559.

 Fotografía del crucero de Porto Santo, con las inscripciones de Juan de Colón. Construcción de piedra. Transcripción al ferro-prusiato de la dicha inscripción por el miembro de la «Sociedad Arqueológica de Pontevedra» don Luis GorostolaPlano de la ria de Pontevedra, y en el cual se hallan al principio y fin de la ría los nombres de Porto Santo, San Salvador, La Galera y Punta Lanzada. 

Fotografía de una escritura otorgada en 11 de octubre de 1548 ante el Notario Alonso García de Sixto, en que Juan Neto y Juan de Padrón dan fianza cancelaría a Juan de Colón

Escritura sobre cuentas de la Iglesia de Santa María, que rindió Juan de Colón en 21 de septiembre de 1529, otorgada ante el mismo Notario, Alonso Garcia Sixto. 

Hojas sueltas de un libro de visitas de la parroquia de Santa María la Grande, de Pontevedra, que procede del gremio de mareantes y se guarda en la «Sociedad Arqueológica de Pontevedra», en la que figura girando visita el muy magnifico y reverendísimo maestre don Cristóbal Colón en 1575. 

Otra igual visita, en 1576, por el mismo don Cristónal Colón

Otra acta del 28 de diciembre de 1575, de otra visita girada por el mismo don Cristóbal Colón, encontrada por el señor Otero Sánchez en el Archivo  de la Cofradía de la SantísimaTrinidad de Santa Maria. Libramiento del Arzobispo de Santiago de Compostela, don Lope de Mendoza, a favor del maese Nicolàu Oderigue, a cargo del Ayuntamiento de Pontevedra. 

Libro del Concejo en poder de la «Sociedad Arqueológica». Acuerdo del mismo Concejo del 20 de julio de 1457, ordenando ei pago de pequeñas cantidades a Domingo de Colón y Benjamin Fonterosa. 

Cuaderno de Cuentas de la Cofradía de San Miguel en poder de la «Sociedad Arqueológica», donde figuran Alfonso y Antonio de Colón. Comprende los años de 1480 a 1490. 

Cartulario, propiedad de Garia de la Riega, en que existe una escritura aforamiento de 14 de octubre de 1496, lindando con la heredad de Cristóbal de Colón

Escritura de aforamiento hecha en 13 de octubre de 1519 a Juan y Costanza de Colón

Existen otra inmensidad de documentos probatorios, que cita el señor Otero Sánchez, que, con los anotados anteriorniente, prueban suficientemente la patria española del inmortal Colón; porque él, aunque tuvo el deliberado propósito de ocultar su origen y patria, porque asi lo había necesitado hacer para no tener tropiezos en su problema apocalíptico, siempre se llamó, en todos sus actos serios, Cristóbal Colon, tanto en España como en Portugal, en su vida marina y en su vida matrimonial y familiar; y que no pudo jamás ser genovés, ni hijo de Domenico Colombo

Que la existencia del apellido Colón, en Pontevedra, es de antes y después del descubrimiento de América; y hay pruebas irrecusables, hasta con el mismo Cuaderno de bitácora o Diario de navegación, del mismo Almirante, todo escrito en correcto español de la época; innumerables cartas y otros escritos del mismo, y con las Cíen Reales Cédulas dirigidas a él por los Reyes de España. En sus treinta y un años de ausencia de España se ha averiguado ya en su patria española toda su vida marina, que fué muy agitada, por documentos de él y por otros historiadores, habiendo sido navegante por todos los mares descubiertos por los españoles en el Antiguo Mundo, en los Océanos que bañan los tres Continentes. Navegó como famoso corsario en muchos buques; navegó de capitán en buques corsarios portugueses y franceses; que no sólo era dé la misma ilustración náutica y de guerra marina, como los otros ilustres capitanes de Marina y Almirantes de Pontevedra, sino que su ilustración, era de una cultura amplia, que lo llevó en sus épocas de sosiego a cultivar bien la poesía, y dejó de esto sus obras escritas con poesías en latín y en castellano perfecto de su época; y si algún término se le escapaba de este último, era de su lengua galaica o gallega Su padre y sus antecesores han sido marinos de Pontevedra; él mismo decía en sus escritos, que existen en España, que toda su familia y antecesores fueron marinos; «luego no fueron laneros y taberneros, como dicen los datos biográficos italianos, que reunieron después de un siglo del Descubrimiento, los padres, o el padre, de Cristoforo Colombo,, italiano». Dicen, en las historias de Colón, su mismo hijo, don Fernando Colón, y el historiador español de su época, el P. Las Casas,,que
«Colón el Mozo, acompañaba a Colón el Viejo en las últimas correrías por el mar».

 Don Fernando Colón consta que fué a vender propiedades de su padre a Pontevedra, después de la muerte del Almirante en Valladolid; este hijo, don Fernando, lo mismo que el otro don Diego, eran personas de alta ilustración española, como lo era el mismo hermano del Almirante, titulado el Adelantado, que también al morir su hermano estuvo en Pontevedra viviendo entre los parientes Colón un año; y se cree muy bien fué a cumplir algunas órdenes del Almirante

Jamás hubo noticias que haya navegado en buques italianos, ni que haya hablado ni escrito en italiano. Cristóbal Colón, español, hombre ilustrado, conservó amistades de personajes europeos, adquiridos en sus navegaciones, como lo prueban los autógrafos de sus correspondencias en español y en latín, con esas distinguidas personas; su esfera social era muy diferente, a la muy humilde vida que llevó el italiano Cristóforo Colombo, ayudante de su padre, lanero y tabernero, en relaciones con pobres zapateros y otras clases humildes, sin educación de clase alguna, pues a los diez y nueve años Cristóforo, aún andaba en esos humildes y atrasados quehaceres; que sabría muy bien el italiano, pero ni él ni su señor padre no entendieron jota de marina, ni de náutica. ni de lengua española, ¡qué iban a entender!

 Después de cuatro siglos de una oscuridad apocalíptica de la vida Colombina, viene a descubrirse ahora, con una verdadera y sabia meta-isica de ilustres galáicos de Pontevedra y Coruña, y del ilustre asturiano de Luarca, el Doctor Rafael Calzada, la verdadera patria española de Colón, gracias a esos insignes gralólogos, paleógrafos y filólogos que aclararon con su ciencia y pusieron en evidencia lo real, la verdad y lo justo, de que es España la verdadera patria de Colón, como fué también la única patria de todos sus ascendientes y de todos sus descendientes. 

Eminentes filólogos y escritores españoles contemporáneos, como don Ricardo Beltrán y Rózpide, de la Real Academia de la Historia, secretario general de la Real Sociedad Geográfica, en una de sus últimas obras, intitulada «Cristóbal Colón y Cristóforo Columbo», llega en su critica luminosa a esta importante conclusión: «El Colón de los documentos españoles no es el Columbo de los documentos italianos.» Cristóbal Colón, el hombre que escribió la carta de 7 de julio de 1503, y las demás que de él se conocen, no puede ser el Cristóforo Columbo, lanero y humilde menestral de Génova. 

Todos los escritores de Colón guardan relativa conformidad, aun admitiendo distintas interpretaciones. No la hay de ningún modo, tómense los documentos que se tomen,hágan- se las interpretaciones que se hagan, entre los escritos de don Cristóbal Colón y las citas y escrituras de Génova y Savona, referentes a Cristóforo Columbo. «¡Para que Cristóbal Colón, el navegante desde su pequeña edad, por todos los mares conocido en su tiempo, pudiera ser el «sedentario artesano e industrial de la familia Columbo-Fontanarubea de Génova, habria que rasgar todos los papeles escritos por el primer Almirante de las Indias!» 

Y a este respecto dice el sabio filólogo de Coruña don I. M. Higuera Montero: «Fácilmente se comprende el grande interés que para la Historia encierra la conclusión establecida por el señor Beltrán y Rózpide, en abierta oposición al «falso dogma de Colón genovés». Nada de extraño tiene, en consecuencia, que escritores italianos tan notables como Ambi veri, Corbani, Peí etti y Franceschi, citados por el mismo Beltrán y Rózpideno crean que el descubridor de América haya sido genovés; ni que los graves historiadores ingleses, alemanes y norteamericanos Harrisse, Vignaud y Mahein, después de pacientes y laboriosas investigaciones históricas, ¡hayan asegurado sarcásticamente que todos los documentos, auténticos y fidedignos, en que las nueve o diez ciudades italianas se apoyan para disputarse y destruirse recíprocamente el honor de haber sido la cuna del descubridor del Nuevo Mundo, se guardan en un archivo municipal al lado del violín de Paganini! 

Por otro lado, dice este último filólogo sobre el origen del apellido Colón, eminentemente gallego. Así como el vocablo «cervicón» es nombre aumentativo de «cerviz», parte posterior del «uello, colón» o es de «colo», en gallego; «cuello en castellano». Por lo mismo Valladares Nú-ñez. en su diccionario gallego-castellano, nos presenta como ejemplo: Neno, vent’o meu «colo». Niño, ven a mis brazos, vente a mi seno, ven a cogerte a mi cuello, etc. 

Luego el apellido «Colón» (cuellazo en castellano) es un nombre , genuinamente gallego, que sólo entre gallegos pudo primitivamente formarse para llevarlo más tarde como apellido el osado nauta pontevedrés, ¡que, con su portentoso genio, borró los limites del mundo hasta entonces conocido! Las historias de los descubrimientos geográficos nos patentizan que los descubridores bautizaban con nombres de pueblos o lugares de su patria, las tierras que descubrían o conquistaban. Así vemos que los nombres que Colón impuso a diferentes islas y lugares que sucesivamente iba descubriendo en sus viajes, son exactamente los mismos que recordaba y admiraba de los puntos de Pontevedra, donde nació y jugó en los primeros años de su infancia, ¡sin acordarse para nada de los de otras naciones o provincias! 

«¡Estos incesantes recuerdos que consagraba a Pontevedra, y las palabras y locuciones puramente gallegas, que Colón espontáneamente empleaba en sus escritos, bien claramente nos demuestran que, si el estilo es el hombre, el lenguaje es el pueblo; estilo y lenguaje en que se refleja el vínculo sagrado que le tenia unido a su adorada Galicia; el profundo y santo amor que sentía por sus inolvidables patrios lares!» Como decía Virgilio: «¡Quántum mutatus abillo!» ¡Cuánto han cambiado las cosas desde aquél tiempo! Por eso ya algunas naciones, en vista de estas pruebas incontrovertibles, han corregido la historia referente al Descubrimiento de América, poniendo al «Descubridor Colón por español, para la gloria de España y su región galaica.» «Finis coronat opus.» «El fin corona la obra.» 

                                                                              Alejandro F. Rodríguez del Busto.

                                                       FUENTE

                                     ESPAÑA ES LA PATRIA DE COLÓN
                         ALEJANDRO F.RODRIGUEZ DEL BUSTO
                                     UNIÓN IBERO AMERICANA
                                         (FASCICULOS OCTUBRE Y DICIEMBRE DE 1923
                                                             Y ENERO DE 1924)


















2 comentarios:

  1. Estimada Sonia: Muy buena publicación. Llegué a ella buscando información sobre la biografía de Colón. No obstante, es importante tener en cuenta que América aparece dibujada con precisión en el mapa de Henricus Martellus Germanus (1489), tres años antes del primer viaje de Colón. También en el mapa de Waldseemuller (1507), tiempos en que sólo se conocía el Caribe; y sin embargo, América se muestra completa. Además, Pigafetta dice que Magallanes había visto el estrecho dibujado en un mapa de la tesorería del rey de Portugal. En el mapa de Martín de Bohemia (1492) también aparece América. Es la famosa "Cattigara" de Ptolomeo. Siguiendo los pasos evolutivos de los mapas hasta después de Colón (y el croquis de él mismo) aparece Cattigara en las mismas coordenadas en que hoy están las ruinas de Chan Chan, en el límite entre Perú y Ecuador. Los intelectuales sostienen que la llamada "Cola del Dragón" se trata de Indochina. Pero a todas luces, es América. Ignoro por qué el mundo académico ignora las pruebas materiales, pese a que son más fiables que las documentales. Nadie puede adulterar ni falsificar una cabeza olmeca, con claros rasgos africanos. Gamboa, en Panamá, dijo que "eran negros como los de Guinea". Con Colón, América tuvo más "prensa". Quizás la ocupación del Nuevo Mundo por parte de los Europeos se hizo más contundente y eficiente a partir de 1492. Pero no fue el primer europeo en llegar aquí.
    En Argentina tenemos la laguna "Iberá" (agua brillante, en guaraní), palabra que en su estructura y significado es igual a "Iberia" (ríos de fuego o ardientes). También tenemos la Dama de Elche en el arte azteca; la Medusa en Perú, y Mitra entre los mayas.
    Puedo enviarte material si lo deseas.
    Desde ya muy agradecido. Respetuosa y cordialmente. Guillermo

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