PONTEVEDRA, CUNA DE COLÓN
Conferencia pronunciada en la «Unión Ibero Americana» por el culto publicista y jurisconsulto liustirísimo Señor D. Xavier Cabello Lapiedra el 6 de Febrero do 1924.
Señoras y Señores:
Dijo... no sé quién (porque entre los grandes defectos que me adornan tengo el de gozar de una memoria fatal). Dijo... quien fuera, que nada hay más fácil que dar una conferencia. El comienzo es: “ Señoras y señores” , y el final: “ He dicho”. Se rellena el centro con lo que se quiera decir y... conferencia hecha. Pero en eso, en el relleno, está el busillis de que nos hablaba el examinando, mal estudiante de latín.
Y a propósito de relleno, viene como anillo al dedo el recuerdo del fracaso sufrido por un aristocrático cazador en cierta ocasión, en la que el cocinero que había de preparar la opípara comida con que pensaban redondear el día los expedicionarios que formaban la cinegética jornada, se puso repentinamente enfermo. Sostenía el cazador que para hacer una buena comida lo fundamental era la exquisitez y bondad de las viandas y manjares, y lo secundario, la habilidad, la ciencia culinaria del cocinero, y, por tanto, que. habiendo lo primero, él, aun no habiéndolo hecho nunca, se comprometía a preparar una comida tan bien servida como la del mejor restaurant.
Encerraron al pretencioso discutidor en la espléndida cocina del que en un tiempo fué castillo y a la sazón era cazadero, y sobre amplia mesa colocaron ricas aves, magníficos jamones, frescos pescados, etc., etc... AI cabo de horas, el hombre, abrasado por el calor del fogón, atormentado por su torpeza, se dió por vencido, no sin haber echado a perder, dejándolas incomibles, todas aquellas apetitosas viandas; mas como dejó sin comer a los amigos que con él cazaban, hubo de indemnizarles, en llegando por la noche a Madrid, con un espléndido banquete. Eso me pasa ahora a mi : las viandas, el asunto de la conferencia, no puede ser más interesante, más grande ni mejor; pero el cocinero, el conferenciante, es muy malo.
La habilidad para confeccionar la conferencia es nula, y me temo que os deje sin comida; es decir, sin el alimento espiritual que venís buscando para afianzar la idea de que Colón nació en Pontevedra.